En el reino de las mieles naturales, existe una joya dorada con un sabor suave y propiedades únicas: la miel de diente de león. Proveniente de las humildes flores de esta planta común, esta miel sorprende con su delicado sabor, beneficios para la salud y un mundo de curiosidades por descubrir. Adentrémonos en el apasionante universo de la miel de diente de león.
La miel de diente de león es un producto natural que se obtiene a partir de las flores de esta planta, también conocida como Taraxacum officinale. Es una miel muy aromática, de color amarillo brillante y sabor ligeramente ácido, que recuerda a la infusión de manzanilla. Tiene propiedades beneficiosas para la salud y se puede usar como sustituto del azúcar o como ingrediente en recetas dulces y saladas.
Hay mucha gente que confunde esta miel con la mermelada o jarabe de diente de león que es un producto completamente vegano y distinto a aquel producido por las abejas.
La miel de diente de león tiene un sabor peculiar, que no deja indiferente a nadie. Es poco dulce, con una acidez media y un toque refrescante. Es habitual encontrar notas amargas ya que las flores de dientes de león suelen convivir con otro tipo de flores.
Su aroma es intenso y floral, con matices a manzanilla y a hierba fresca. Su color es ámbar claro o extra claro, similar al de la miel de girasol. Cuando se cristaliza, lo hace de forma rápida y cremosa, con un grano fino que facilita su untuosidad.
La miel de diente de león se produce en diferentes países, donde esta planta crece de forma silvestre o cultivada. Se necesita un terreno fértil, profundo y bien drenado, con unas horas de sol diarias y que tolere las heladas. La floración del diente de león suele ocurrir en primavera, entre abril y mayo, aunque puede variar según el clima.
Las abejas visitan las flores amarillas del diente de león y recolectan su néctar y su polen, que tiene un color entre amarillo y naranja. Según algunos autores, se requiere un porcentaje de polen de diente de león en la miel del 15% para considerarla monofloral, pero otros lo rebajan al 5%.
La miel de diente de león tiene un valor energético de 305 kcal por cada 100 g, de los cuales 81 g son carbohidratos. Es una buena fuente de polen, azúcares naturales, antioxidantes, aminoácidos, enzimas, minerales, vitaminas y otros elementos junto con su rico valor nutricional.
La miel de diente de león tiene propiedades beneficiosas para la salud que se derivan tanto de su composición como de la planta de la que procede. Algunos de estos beneficios son:
La miel de diente de león es un producto natural y seguro, pero puede tener algunas contraindicaciones o precauciones en ciertos casos. Algunas de estas son:
La miel de diente de león se puede tomar de diferentes formas, según el gusto y el objetivo que se persiga. Algunas de las formas más habituales son:
La miel normal es aquella que se obtiene a partir del néctar de diversas flores, sin especificar su origen. Por lo tanto, su composición, sabor y color pueden variar según la temporada, el lugar y las especies florales que predominen.
La miel normal suele ser más dulce y menos ácida que la miel de diente de león, así como más clara y menos aromática. También tiene un menor contenido en vitaminas y minerales que la miel monofloral.
La miel normal tiene propiedades similares a las de la miel de diente de león, pero menos potentes. Ambas son antioxidantes, antiinflamatorias, expectorantes y cicatrizantes, pero la miel normal no tiene el mismo efecto diurético ni depurativo que la miel de diente de león.
Aquí tienes algunos datos interesantes sobre esta miel: