El primer palo de caramelo original se fabricó hace 350 años. Con el paso del tiempo, el bastón de caramelo se ha convertido en un símbolo y una tradición durante las fiestas navideñas, utilizándose como decoración de los árboles de Navidad.
El primer bastón de caramelo no tenía esa característica forma curva. Era blanco, completamente recto y sólo estaba aromatizado con azúcar.
Cuenta la leyenda que en 1.670, el caramelo con forma de bastón surgió gracias a la inventiva de un maestro de coro de la catedral de Colonia (Alemania).
Para mantener a los niños ocupados y para incentivar su buen comportamiento, se dice que este maestro les daba palos de caramelo a sus alumnos. El resto de los miembros de la catedral veían poco respetuoso que los niños andasen comiendo en un sitio sagrado, así que el maestro optó por darle la forma curva para que parecieran ganchos de pastor, un símbolo muy arraigado en el cristianismo.
De esta forma fueron finalmente aceptados. Esto se convirtió en una tradición popular y, con el tiempo, en una práctica durante las ceremonias eclesiásticas que se extendió por toda Europa y América.
Otra posibilidad dice que los bastones adquirieron esa forma simplemente para permitir que fuesen colgados y colocarlos como adornos. Probablemente su particular curva surgiría para que pudieran usarse como adorno del árbol de Navidad.
El primer ejemplo documentado del uso de bastones de caramelo para celebrar la Navidad ocurrió en 1.847, cuando August Imgard, un inmigrante sueco-alemán, de Wooster, Ohio, decoró el árbol de Navidad con adornos de papel y bastones de caramelo.
Las barras de azúcar blancas y sólidas aparecieron en las tarjetas de Navidad a principios del siglo XX. Los primeros bastones de caramelo a rayas rojas y blancas se fabricaron a finales del siglo XIX. Al mismo tiempo aparecieron los primeros bastones de caramelo a rayas, y los fabricantes de caramelos añadieron el sabor a menta, que rápidamente se convirtió en un sabor tradicional.
En la década de 1.920, Bob McCormack, de Atlanta, fue el primero en utilizar los bastones de caramelo como golosinas especiales para Navidad para sus amigos y familiares. Al principio, los bastones de caramelo rojos y blancos se hacían a mano y su producción requería mucho trabajo.
El laborioso proceso de elaboración de los bastones de caramelo se eliminó en la década de 1.950, cuando Gregory Keller (cuñado de Bob) inventó una máquina diseñada especialmente para automatizar la producción de bastones de caramelo. Su empresa, Bob's Candies, fue la primera en producir y distribuir en masa bastones de caramelo en todo el mundo, y lleva más de ochenta años en el mercado.
Mucha gente cree que la forma del bastón de caramelo tiene un significado religioso. Se piensa que las rayas rojas del bastón de caramelo representan la sangre de Cristo y las rayas blancas del bastón de caramelo representan la pureza de Cristo.
También que las tres rayas finas representan la Santísima Trinidad, la forma de "J" del bastón simboliza la primera letra del nombre de Jesús y la textura sólida o la dureza del caramelo a la base de roca sólida de la Iglesia.
Hay quien supone que el sabor de la menta proviene de una hierba llamada hisopo. En el Antiguo Testamento, el hisopo se utilizaba para simbolizar la pureza de Jesús y el sacrificio que hizo.
Se dice que la forma de gancho simboliza el cayado de un pastor que representa a su vez al cordero y al pastor encarnados a la vez en la forma de Cristo.
En cualquier caso es sólo una teoría y además, una con poco fundamento. Es igual (o más) de probable que la forma curva surgiera sólo como una forma de colgarlo cómodamente para exponerlo y servir de adorno. Del mismo modo, su franja roja alrededor del palo es un tipo de decoración muy común como demuestran los letreros giratorios tradicionales de los barberos que son muy similares.
Sea como sea, el bastón de caramelo es ahora un símbolo tradicional de las fiestas navideñas.
Desde el siglo XIX, cuando August Imgard decoró su árbol, esa idea gustó tanto a quien supo de ella, que se extendió rápidamente. Seguramente, adornar el abeto con un tipo de decoración que además tenía la ventaja de poderse comer cuando acabase la temporada de Navidad, era sin duda una gran opción.
A día de hoy es algo que el imaginario popular tiene presente como una forma de decoración navideña bien sea colgado en las ramas del árbol o en calcetines. La franja roja o verde sobre blanco combina a la perfectamente con el resto de decoración típica de estas fechas.
Aunque su origen sea otro, sin duda el mundo anglosajón ha sido el responsable de su expansión. Además, las connotaciones religiosas que se les atribuye, sólo han servido para incrementar su valor en una fiesta de origen cristiano como la Navidad.
El bastón de caramelo habitual suele tener unos 15 cm de altura y unos 6 mm de grosor. Aunque dependen de un fabricante a otro, el peso medio es de aproximadamente 28 gramos.
El palo estándar de 28 gr. tiene un total de 100 calorías. Está compuesto totalmente de hidratos de carbono, de los cuales 22 gramos son de azúcar. No contiene grasas, proteínas o sal.
Sus ingredientes más comunes son: azúcar, jarabe de maíz, aceite de menta y colorante rojo.
Si te interesa saber cómo se fabrica este tipo de caramelo, aquí tienes un vídeo donde lo muestran paso a paso de forma (relativamente) artesanal: