Desde que aparecieron las primeras piruletas comerciales en el mercado moderno en los primeros años del siglo XX, los historiadores y los fabricantes de caramelos modernos intentaron descifrar los orígenes de este interesante y singular producto de caramelo.
Las piruletas son caramelos duros que se adhieren a algún tipo de palo, y para consumirlos hay que lamerlos o morderlos. Según los hallazgos de los historiadores, este tipo de configuración de caramelo se utilizó muchas veces antes de los tiempos modernos, y los primeros casos se remontan significativamente en el pasado.
Ese palo sirve para no ensuciarse las manos. Es evidente que cualquiera que haya probado un trozo de caramelo o dulce grande del tipo que sea, sabe que las manos se quedan pegajosas. Esto explica el porqué sus precursores aparecieron hace tanto tiempo.
Piruleta es el nombre por el que se le conoce en España y otros países, pero también son conocidos como paleta en México, en algunos países de Centroamérica y en el Caribe; o chupete y chupetín en el cono sur de América excepto en Chile, donde se llama lollipop.
Dentro de este tipo de golosina podemos englobar muchos subtipos de chucherías que sólo varían en su forma como el chupón o chupachúps (esférico), el pirulí (cónico) o la espiral de caramelo (un bastón de caramelo en espiral con palo), pero todas tienen en común el palo.
Esta primera aparición de la piruleta se remonta a hace pocos miles de años en los hallazgos arqueológicos que confirman que nuestros antepasados utilizaban la miel como conservante de otros alimentos que se estropeaban más fácilmente.
Para facilitar la manipulación de la comida, pegaban un trozo de madera a la miel, o conservaban frutas, frutos secos u otros alimentos y los consumían lamiendo y mordiendo.
Con el paso del tiempo, las cantidades limitadas de miel y la escasa producción de azúcar casi acabaron con esta tradición de nuestros antepasados, pero todo cambió en el siglo XVII, cuando el azúcar se hizo más abundante.
Los vendedores ambulantes de todo Londres no tardaron en encontrarle utilidad a este caramelo del que tanto se había hablado, y empezaron a vender "lolly pop" hechos a mano en grandes cantidades (según los lingüistas, lolly significaba "lengua" y pop "bofetada", algo que podría traducirse como “lengüetazo”).
Hay quien ve también un origen romaní tanto en el nombre (en rumano, la manzana roja recibe el nombre de loli-phaba), como en un precursor de las piruletas. Se piensa que los gitanos migrantes fueron los inventores de la manzana caramelizada. La manzana caramelizada comparte dos factores con esta otra golosina, el caramelo y el palo.
Una diferencia importante entre este antiguo "lolly pop" inglés y las versiones modernas es que la antigua receta exigía que el caramelo fuera blando en lugar de duro.
La primera forma de piruleta en el mundo hispanohablante fue el famoso pirulí de La Habana. Era un caramelo cónico con un palito que se inventó en el siglo XIX.
Varias formas de piruletas continuaron siendo populares en los siglos siguientes, y muchos informes hablan de su uso en varios territorios. Cuando el siglo XIX llegó a su fin, muchos fabricantes de caramelos de todo el mundo vieron el potencial de las piruletas y empezaron a idear un plan para rentabilizarlas.
Uno de los más famosos que lo hizo fue el fabricante de caramelos estadounidense George Smith, que creó la primera variante moderna de piruleta en 1.908. Hoy es considerado por muchos como el inventor de la piruleta moderna. Según decía él mismo, bautizó este caramelo con el nombre de su caballo de carreras favorito, que llevaba el nombre de Lolly Pop.
A pesar de que sabemos que ya existía el nombre y la golosina, George Smith consiguió patentar ambos en 1.931. Durante los años posteriores a su invención, muchas empresas encontraron la forma de mejorar la producción de piruletas inventando máquinas automatizadas que tenían la capacidad de crear entre 40 y 2.400 palitos por hora.
En el mundo hispano, no fue hasta la llegada del siglo XX cuando el pirulí comenzó a hacerse más plano. En los años 40, se fundó en Puerto Rico la empresa Ponce Candy Industries. Poco después levantó una nueva sede en Venezuela y en los años 50, otra en España donde tiene su sede actualmente. Pasaría a llamarse Fiesta y sigue dedicada a la fabricación de golosinas que produce y distribuye por todo el mundo. Dos de sus productos estrella son la piruleta de corazón y el chupón Kojak.
Otra de las versiones más conocidas de esta golosina es el chupachús, derivado de la marca Chupa Chups. Fue creado en España en 1.958 y se extendió por todo el mundo. Hoy en día es una de las golosinas con nombre propio más famosas a nivel internacional.
La producción moderna de piruletas introdujo muchas innovaciones en su forma, recetas y producción, y a juzgar por el incesante aumento de su popularidad, las piruletas seguirán formando parte de nuestra cultura y nuestra dieta para siempre.
La piruleta promedio mide unos 12 centímetros de alto por 4 de ancho, tiene unas 52 calorías y un peso de unos 13 gramos.
Sus ingredientes más comunes son: azúcar, jarabe de glucosa, acidulante, aroma y colorante.
Si tienes curiosidad por saber como se crean estas piruletas, aquí te muestro un vídeo donde se pueden ver cómo se realizan de forma casera: