Se cree que la idea de un dulce fue concebida por primera vez por los hombres de las cavernas, a quienes les gustaba la miel de las colmenas. Este alimento duradero, podía almacenarse sin problemas durante largos periodos de tiempo en su forma dura siempre y cuando las bajas temperaturas lo permitiesen.
Más tarde, antes de que tuvieran azúcar, los egipcios, los chinos, los indios, los pueblos de Oriente Medio y luego los griegos y los romanos, combinaban frutas y frutos secos con miel para hacer algo parecido al caramelo. Se cree que los primeros dulces se consumían como una especie de tratamiento médico para los problemas digestivos.
Cuando la civilización empezó a desarrollarse y se descubrió el procesamiento del azúcar, se convirtió en un producto muy comercializado.
Durante la Edad Media, los caramelos de azúcar tenían un precio elevado que los convertía en un manjar al que sólo podían acceder los ricos. En esa misma época, el azúcar se clasificaba como un medicamento que se consideraba la cura de muchas dolencias y era vendida por los boticarios.
En el siglo XVII, cuando el azúcar se hizo un poco más accesible, la gente de Inglaterra y de América comía caramelos de azúcar hervidos mezclados con frutas y frutos secos. A principios del siglo XVIII se conocían los caramelos y las piruletas.
A mediados del siglo XIX se construyeron más de 380 fábricas en Estados Unidos para fabricar caramelos. La mayoría de ellas producían caramelos duros individuales que luego se vendían a granel.
A principios del siglo XIX, tras el descubrimiento de la remolacha azucarera y el avance de la era mecánica, la fabricación de caramelos se convirtió rápidamente en una industria y se empezó a introducir un surtido de sabores en la mezcla de esta popular golosina.
Como los dulces dejaron de ser artesanales y empezaron a producirse en masa, estuvieron por primera vez al alcance de todo el mundo. Los primeros caramelos fueron los caramelos hervidos, los malvaviscos y las delicias turcas.
También en esta época, los caramelos duros, como las pastillas de menta y los caramelos de limón, se hicieron enormemente populares. Inglaterra fue el primer país en fabricar caramelos duros en grandes cantidades, y en la Gran Exposición del Príncipe Alberto de Londres de 1.851, los confiteros europeos y americanos pudieron ver un gran surtido de caramelos hervidos, bombones, cremas de chocolate y muchos otros tipos de golosinas.
Las antiguas civilizaciones olmecas de México elaboraron la primera bebida de chocolate. Los españoles introdujeron el chocolate en Europa en el siglo XVI. Sin embargo, la primera fábrica de chocolate de España no se creó hasta 1.777.
El cacao en polvo se elaboró en 1.828, pero el chocolate se convirtió en un producto de producción masiva y ampliamente disponible hasta mediados del siglo XIX, cuando se introdujo en la industria de las golosinas a medida que la producción de cacao y azúcar alcanzaba nuevas cotas.
Al principio el chocolate se elaboraba con un sabor agridulce. La primera tableta de chocolate para el mercado fue creada por Joseph Fry en 1.847. En 1.854 se introdujo la primera caja empaquetada de chocolates Whitman's. Richard Cadbury introdujo la primera caja de bombones para el Día de San Valentín en 1.868.
David Peter y Henry Nestlé, de Suiza, crearon el primer chocolate con leche en 1.876. Hoy en día se añaden muchos otros ingredientes a la barritas de chocolate.
George Smith inventó el Lolly Pop en 1.908, el primer caramelo con palo, en este caso, una piruleta. La versión más famosa de esta chuchería, el chupachús (derivado de la marca Chupa Chups), fue creada en España en 1.958 y se extendió por todo el mundo.
Golosinas y Chuches para Todos
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