En este artículo, exploraremos el arte de hacer pompas de chicle, con un método simple paso a paso. También veremos algunas consideraciones importantes antes de realizar tu primer intento y hablaremos un poco de la historia y del récord de la burbuja más grande.
Si alguna vez te has preguntado cómo hacer la pompa de chicle perfecta o si quieres saber más sobre esta divertida actividad, ¡sigue leyendo!
Hay algunas cosas que debes tener en cuenta para soplar las mejores pompas.
En primer lugar, ¡no te eches demasiado chicle a la boca! Tardarás mucho más en conseguir que el chicle sea tan flexible como necesitas y, de hecho, puede dificultar el soplado de las burbujas. El actual plusmarquista mundial sólo utilizó 3 chicles.
En segundo lugar, ¡el sabor no importa! Debes masticar el chicle el tiempo suficiente para eliminar el azúcar y el sabor, ya que esto reforzará tu burbuja. Puedes tardar unos 5 minutos. De hecho, en las competiciones, los concursantes disponen de media hora para preparar su chicle.
En tercer lugar, cuando el chicle esté listo, introduce la lengua en el chicle para hacer un agujero y sopla para formar una bolsa. Debes mantener la boca floja y soplar despacio, con respiraciones uniformes. Si soplas demasiado fuerte y rápido, ¡reventarás la burbuja!
Por último, la temperatura y las condiciones del aire son importantes. Si el chicle está demasiado frío, será menos flexible y más difícil de soplar, pero si está demasiado caliente, la burbuja se combará. Si estás al aire libre, asegúrate de estar protegido del viento, de lo contrario corres el riesgo de mancharte la cara con la burbuja.
¿Has intentado enseñar a tu hijo a hacer pompas pero no lo consigues? Aquí tienes unos sencillos pasos que te ayudarán a explicar el proceso:
Recuerda tomarte el proceso con calma. Soplar burbujas con chicle necesita tener el chicle adecuado para funcionar, así que prueba con un así que prueba con otro tipo si no te sale bien.
No te preocupes si todo el proceso te parece muy complicado. Practica siguiendo cada paso sin prisas y verás como podrás hacerlo sin ni siquiera pensarlo.
No hablaremos de marcas concretas ya que recibimos visitas de todo el mundo y centrarnos en determinados chicles haría esta recomendación inútil. Sin embargo, sí podemos dar unas indicaciones concretas.
Para hacer pompas de chicle, el chicle debe ser elástico y maleable. Los mejores chicles para conseguir fácilmente una pompa (es decir, para aprender) son aquellos sin azúcar. Sin embargo, la falta de azúcar hace que la estructura de la pompa colapse rápidamente al alcanzar cierto tamaño (es decir, si quieres grandes pompas).
Por norma general, cuánto más blando sea un chicle, mejor será para soplar. También es conveniente optar por chicles con goma base sintética. Si la goma base está indicada como “extra-suave”, mucho mejor.
Hoy en día, cuando pensamos en chicles, casi siempre nos imaginamos a nosotros mismos o a otras personas masticando y haciendo burbujas. Sin embargo, cuando los chicles aparecieron por primera vez en el mercado a finales del siglo XIX y principios del XX, eran demasiado duros para estirarse con facilidad.
La llegada de chicles que podían utilizarse para soplar burbujas no se produjo hasta 1.928, con el descubrimiento de Walter E. Diemer, que trabajaba en la Fleer Chewing Gum Company de Filadelfia.
Su revolucionaria receta permitió que el chicle se estirara fácilmente y fuera menos pegajoso dentro de la boca de los usuarios, lo que lo convirtió en un éxito de la noche a la mañana y cambió la forma en que vemos toda la industria del chicle y cómo interactuamos con esta popular golosina.
Si este tema te interesa, recuerda echarle un ojo a nuestro a nuestro artículo sobre Historia del Chicle.
Según el Guinness World Records, Chad Fell (EE.UU.) sopló una burbuja de chicle con un diámetro de 50,8 cm sin usar las manos en el Double Springs High School, Condado de Winston, Alabama, EE.UU., el 24 de abril de 2.004. Soplaba con tres chicles Dubble Bubble.