Aunque usamos chicle como sinónimo de las goma de mascar, el verdadero chicle proviene de un árbol de México. El uso de gomas naturales que eran masticadas para saciar el apetito viene desde la más profunda antigüedad.
Sin embargo, el chicle actual que permite hacer pompas gigantescas o el chicle sin azúcar, están muy lejos de esas primeras gomas de mascar de origen vegetal. Veamos un poco mejor algo de esta interesante historia.
Hace miles de años, la gente masticaba gomas de mascar en su forma natural. La goma de mascar más común en la antigüedad eran los grumos de resina de diversos árboles, pero nuestros antepasados masticaban también hierbas dulces, hojas, granos y ceras simplemente para tener la boca ocupada y calmar el apetito.
El chicle se ha utilizado en múltiples formas y sabores. Los antiguos griegos masticaban Mastiche; los antiguos mayas masticaban la savia coagulada del árbol Sapodilla; los indios norteamericanos masticaban la savia de los abetos.
El primer chicle comercial fue fabricado y vendido en 1.848 por John Bacon Curtis. Llamó a su chicle "Goma de abeto pura del estado de Maine". John B. Curtis y su hermano (según algunas fuentes, John B. Curtis y su padre, John Curtis) tuvieron la idea de fabricar y vender goma de mascar de abeto.
Experimentaron con la resina del abeto y fabricaron un material pegajoso y gomoso que se podía masticar. A continuación, añadieron sabor a la goma y parafina para conseguir un tacto suave y gomoso. El nombre de la fábrica de John era "Curtis Chewing Gum Factory".
El 27 de julio de 1.869, Amos Tyler recibió la primera patente de goma de mascar en Estados Unidos. Sin embargo, Tyler nunca vendió su chicle comercialmente. Un dentista de Ohio, William Finley Semple, recibió la primera patente para fabricar chicles en diciembre de 1.869. Los principales ingredientes de la fórmula de la goma de mascar de Semple eran el carbón vegetal y la tiza.
En español, la palabra chicle proviene del nahua “tzicli”, que significa “estar pegado”. Esa palabra se usaba para designar a la resina del árbol del zapote originario de la selva mexicana y que se mascaba desde antiguo como una de esas gomas de mascar usadas desde la antigüedad.
Actualmente este término se emplea tanto para hablar de cualquier goma de mascar, como para señalar a la resina de dicho árbol.
Chicles para Todos los Gustos
En 1.869, el general mexicano Antonio López de Santa Anna que solía mascar chicle (en su forma natural como goma del árbol), le habló de las propiedades de esta goma a Thomas Adams. Adams intentó fabricar juguetes, máscaras y botas de lluvia a partir de chicle chicle, pero ninguno de sus productos tuvo éxito comercial.
En 1.869, tras pasar por una farmacia y ver a un mujer pedir parafina para mascarla, se acordó del chicle. Con amabas ideas en mente, enseguida buscó la forma de añadirle sabor a la goma. Ese fue el primer paso para crear el primer chicle moderno del mundo.
El primer chicle comercializado en masa se llamó Adams New York Chewing Gum. En la década de 1.870, Adams & Sons vendía chicles con sabor a "naranja agria" como caramelos para después de la cena. En 1.871, Thomas Adams patentó una máquina para la fabricación de chicles. Ese año Adams creó un chicle con sabor a regaliz llamado Black Jack.
Sin embargo, todos estos chicles tenían un gran problema. No podían mantener el sabor.
El problema de mantener el sabor no se solucionó hasta 1.880, cuando William White combinó azúcar y jarabe de maíz con chicle. Para mejorar el sabor, añadió extracto de menta. William descubrió que la menta permanecía en el chicle durante la masticación mucho más tiempo que otros sabores. Llamó a su primer chicle con sabor a menta chicle Yucatán.
El Dr. Edward Beeman trató de resolver el problema añadiendo pepsina en polvo e inventó un chicle que debía servir de “ayuda digestiva” (la pepsina es una enzima presente en los ácidos del estómago). Ese fue el posterior descubrimiento significativo en el mundo de los chicles. Este tipo de chicle sigue estando disponible hoy en día.
Además, en 1,880, Henry Fleer y Frank Fleer experimentaron con la goma del árbol de la sapodilla. Los hermanos Fleer fabricaron cubos con chicle y los recubrieron con material dulce. Llamaron a su invento "Chiclets".
Frank Fleer fue también el inventor del primer chicle apto para hacer globos, la goma Blibber-Blubber. Sin embargo, ese chicle era demasiado pegajoso para disfrutarlo y nunca se vendió bien.
En 1.888, el chicle de Thomas Adams, Tutti-Frutti, fue el primer chicle que se vendió en una máquina expendedora. La primera máquina expendedora de chicles se encontraba en una de las estaciones de metro de Nueva York.
En 1.891 William Wrigley Jr. fundó la Wrigley Chewing Gum. Las empresas existentes ofrecían productos similares que eran mucho más populares que los chicles de Wrigley. Un día de 1.892, el Sr. Wrigley tuvo la idea de ofrecer dos paquetes de chicles con cada lata de polvo de hornear. Esta oferta fue un gran éxito. Sus dos primeras marcas fueron Lotta y Vassar. El chicle Juicy Fruit fue el siguiente en 1.893, y Wrigley's Spearmint se introdujo ese mismo año.
A principios del siglo XX, con todos los aspectos de la fabricación, el empaquetado y el marketing, el chicle moderno estaba bien encaminado hacia su popularidad actual. La goma de chicle pronto se impuso a la goma de abeto y a la de parafina, y mantenía los sabores durante más tiempo y mejor.
Wrigley's Doublemint se creó en 1.914 cuando William Wrigley y Henry Fleer añadieron extractos de menta y fruta al chicle. La empresa Wrigley se convirtió rápidamente en un éxito internacional. Las marcas Wrigley se hicieron conocidas en todo el mundo. Las primeras fábricas se establecieron en Estados Unidos, y pronto las fábricas de Doublemint de Wrigley se extendieron por Canadá (1.910), Australia (1.915), Gran Bretaña (1.927) y Nueva Zelanda (1.939).
En 1.928, un contable de la empresa de chicles Fleer, Walter Diemer, intentó fabricar un nuevo producto de goma, pero accidentalmente encontró un chicle que no era pegajoso. Lo llamó Double Bubble.(Doble burbuja). Este chicle se basó en la fórmula original de Frank Fleer.
En 1.951, la empresa Topps reinventó la popularidad de la goma de mascar añadiendo cartas de béisbol a un paquete, sustituyendo su anterior regalo de un solo cigarrillo. A los niños y a los padres les encantó y está costumbre se haría común por otros países en décadas posteriores.
En la década de 1.950, cuando los consumidores se volvieron más conscientes de la salud, se introdujo el chicle sin azúcar. La idea del chicle sin azúcar pertenece a un dentista, el Dr. Petrulis. Esos chicles "aprobados por los dentistas" contenían amoníaco. Esta sustancia contrarrestaba el ácido que provoca la caries. El Dr. Petrulis vendió su empresa a la William Wrigley Co. A finales de los años 60, crearon el primer chicle sin azúcar llamado Blammo.
Con el paso del tiempo, se realizaron muchos experimentos para obtener diferentes tipos y sabores.
Hoy en día, hay cientos de sabores de chicles, desde el clásico de fresa, pasando por la vainilla o el de refresco de cola. Hay muchos tipos de chicles disponibles en el mercado, desde los utilizados con fines médicos hasta los que dan color a nuestros dientes.
La gente disfruta masticando chicles.
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